jueves, 9 de octubre de 2014

Carta al doctor Quijano

Querido Norman:
Yo hubiera preferido verte como alcalde nuevamente. Pero más que verte de alcalde, hubiera querido verte pelear con el señor Bukele y sus ‘nuevas ideas’. Me hubiera encantado observar el espectáculo de vos obligándole a bajar a las quebradas y ensuciarse los zapatos de marca en los pasajes de los barrios donde vive la mayoría de los que eligen alcalde en San Salvador.

Yo hubiera gozado de todo esto. Pero acepto (y en cierta manera admiro) tu decisión de dejar a tu partido libre para buscar a un candidato que logre unir al partido detrás de su campaña. Por una parte me entristecen las actitudes mezquinas, no de todos, pero de muchos en tu partido. Suficiente para que tomaras la decisión de irte antes de que te echen o que te hagan correr el riesgo de perder. Pero por otra parte, también me llama la atención la nobleza de otros en tu partido (y fuera de él) que te siguen apoyando y que no van a permitir que te agarren como chivo expiatorio para esconder su parte de la responsabilidad de haber perdido las elecciones presidenciales.
Me alegra que en este circo político todavía haya personas que actúan con sentido de dignidad. Porque esto es lo que estás haciendo, Norman: salir con la cabeza en alto sin animo de revancha o de división. Poner el interés común encima de las aspiraciones y protagonismos personales. Tu mensaje central: Si yo no puedo unir al partido, mejor desisto de mi candidatura. Si mi candidatura corre riesgo de dividir, mejor apoyar a quien pueda construir unidad.
Claro, el problema que se desnudó con tu retirada de la candidatura es que ARENA no tiene candidato. Para evitar esto, el COENA seguramente hubiera preferido que vos no anunciés tu decisión mientras no está el sustituto. Pero esto es problema de ellos, no tuyo. En el partido hubo quienes irresponsablemente mataron al rey sin tener rey. Desmontaron al único candidato que podía ganar sin saber quien puede exitosamente encarar esta batalla contra el Frente y sus aliados. Esto es una estupidez política que para la cual alguien tendrá que pagar. Así como van las cosas hoy en ARENA, donde el debate y la crítica ya no se dejan sofocar, estos errores se pagarán – y si por esta vía se abre una vacante en el COENA, vos la podrás reclamar con todo derecho.
El que asuma la candidatura siempre puede ganar, simplemente porque la candidatura de Bukele tienen muchas debilidades. Pero no se pueden equivocar en la selección del candidato. Si buscan un Nayib propio, pierden. Si encuentran a alguien de doble tracción y que realmente une al partido, pueden defender la alcaldía. De todo los nombres que han mencionado, la única con suficiente garras, fuerza, y tracción es Ana Vilma de Escobar. Pero el riesgo es que terminen con una nueva candidata que tenga el mismo problema que vos tenías y que te llevó a apartarte: el bloqueo por parte de un sector del partido. Terminarían en los mismo, sólo con menos ventaja ya acumulada que Norman. Si piden a Ana Vilma que asuma la candidatura, tiene que ser con la garantía que el partido la apoye sin vacilaciones.
Y vos, Norman, no tenés porque sentirte mal. Diste batalla tras batalla, pero te negás a ir a una batalla sin que tus generales, tenientes y tropas estén plenamente de tu lado. Esto no ser cobarde, esto es no ser pendejo.
Claro que los Bukeles y Araujos del país van gritar triunfo. En campaña se grita cualquier cosa. Pero la verdad es que no te vencieron. Tu batalla no fue con ellos sino interna. Con ellos la batalla ni siquiera había comenzado. Y cuando comience, se darán cuenta que siguen enfrentados con Norman Quijano, su legado, sus obras, sus cientos de directivas comunales. Y que vos vas a ser protagonista de esta batalla. Porque los que te conocemos sabemos que no tiraste la toalla, que no te vas a ir a tu casa; que vos y tu partido necesitan que sigás jodiendo.
Los salvadoreños te agradecen la franqueza con la cual enfrentaste y solucionaste el problema. Sin paja. Poniendo la cara. Sin berrinche, pero con firmeza.
Ya te veo den la próxima Asamblea, y a Bukele vendiendo motos. Saludos, Paolo
(Mas!/El Diario de Hoy)