martes, 22 de agosto de 2017

Carta a las “niñas”: Sean vírgenes… o exijan sus derechos

Estimadas jóvenes salvadoreñas:
Siempre cuando hay un problema que nuestra sociedad y los políticos no quieren enfrentar, inventan o reforman una ley. A veces unánimemente, entre todos los partidos, bajo el aplauso de todos que al fin duermen tranquilos: iglesias, grupos feministas, organizaciones de derechos humanos, y hasta los hipócritas que se oponen a que ustedes tengan acceso a educación sexual y métodos anticonceptivos…

Prohibieron el matrimonio para menores de 18 años. Problema resuelto. Busquemos otro asunto que requiere de una nueva ley.

¿Problema resuelto? ¿Cuál? Hablaron mucho del problema -real, serio y masivo- de las jóvenes menores de edad víctimas de violaciones. Dijeron que muchos de los matrimonios de muchachas menores de edad embarazadas sirvieron para encubrir el delito de la violación. Seguramente es cierto. ¿Pero alguien cree que va a haber menos violaciones, solo porque el hombre ya no se puede casar con la víctima? Paja: Nadie viola una menor de edad para casarse. El flagelo de las violaciones hay que combatirlo con otras medidas, no solo de mejor investigación policial, sino sobre todo empoderando más a las menores, para que conozcan sus derechos.

Ahora ustedes, al salir embarazadas antes de cumplir 18 años, ya no se podrán casar con el padre, sea violador, abusador o sea que se trata de una historia de amor. Entonces, va a haber más uniones no matrimoniales, con menos protección para la joven madre y para el niño.

Entonces, ¿cuál es la próxima ley que se van a inventar? ¿Prohibir el embarazo de menores? ¿Prohibir el amor entre menores? ¿Un decreto de castidad? ¿Una policía sexual?

Hablaron mucho, y tienen razón, que a las muchachas no les conviene convertirse en madres a tan temprana edad, ya que esto les resta opciones de estudio y desarrollo profesional. Correcto. ¿Pero este problema se va a resolver prohibiendo que se casen? No.

Vivimos en una sociedad en la cual es un hecho irreversible que un gran porcentaje de menores de edad son sexualmente activos. Ninguna ley puede revertir esto. Ustedes, con toda razón, lo ven como un derecho. Porque los menores de edad no solo tienen derecho a educación y opciones profesionales, también tienen derecho a vivir su sexualidad – y el Estado no tiene porqué meterse en esto. Me pregunto: en todo este debate sobre el matrimonio infantil que llevó a la reforma de la ley, ¿a ustedes les han preguntado qué piensa y qué quieren? Lo dudo. Me pregunto: Tiene sentido tratar a las niñas de 12 o 13 años de la misma manera como a las muchachas de 16 y 17, en cuanto a su derecho de decidir sobre su sexualidad y sobre unirse o no con el padre de su hijo, en caso que salgan embarazadas? Bajo la ley, todas son menores de edad, pero en la realidad viven situaciones bien distintas con sus padres, con sus novios, con la sociedad en general…

Los problemas del embarazo de menores, así como el problema de las violaciones, van a persistir igual. La nueva ley no va a cambiar nada para prevenir estos fenómenos sociales.

La única manera de combatir los embarazos de menores se llama educación sexual, incluyendo acceso libre a métodos de prevención de embarazo. Garantizados por el Estado, como un derecho de los y las menores de edad, incluso en caso que los padres no estén de acuerdo. Ahh, pero cuando hablamos de esto, muchos de los hipócritas que estaban lamentando las violaciones y los embarazos de menores y exigiendo que el Estado intervenga ya no están de acuerdo. Violaciones, no; embarazos, no; matrimonios de menores, no – pero educación sexual y anticonceptivos, ¡Dios guarde!

Sólo jóvenes bien educados y conscientes de sus derechos, van a enfrentar los desafíos de violencia sexual y embarazos inconvenientes. 

Saludos,
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(MAS! / EL DIARIO DE HOY)