jueves, 14 de diciembre de 2017

Carta al canciller y al ministro de Seguridad: Saquen a Trump de sus confusiones

Estimados Hugo Martínez y Mauricio Landaverde:
Trump ordenó a su fiscal general Jeff Sessions y la jefa de Homeland Security Kirstjen Nielsen una campaña propagandística que se llama: Vamos a erradicar la Mara Salvatrucha. Pero en el fondo no tiene nada que ver con Seguridad, sino con su política contra la inmigración.

Tienen que contrarrestar la mala prensa que tienen por lo del TPS y de los “dreamers”, programas que ambos quieren suspender. Entonces, proyectan el problema de la MS como un asunto de migración. Para combatir a la pandilla, proponen suspender los mecanismos de unificación familiar que permite a inmigrantes con estatus legal a traer a Estados Unidos su hijos – y de paso la llamada “lotería de visas” para salvadoreños. Y quieren obligar por ley a las autoridades locales y estatales a colaborar con las autoridades federales en la caza de inmigrantes ilegales. Con esto quieren remover tres estorbos en su lucha contra la inmigración. Pero como las tres medidas son controversiales, incluso en el Congreso, los presentan necesarias en la lucha contra la criminalidad y las pandillas salvadoreñas. Asustan con el petate del muerto para avanzar en su legislación anti inmigrante.

Alguien tendrá que explicar a Trump y sus zares de Seguridad que estas medidas van a afectar a la mayoría de inmigrantes trabajadores, pero solo mínimamente a las pandillas. Y como todas las medidas contra nuestros migrantes afectan directamente a nuestro país, esta tarea les toca a ustedes, señores ministros.

Hay que explicarles que las pandillas no son una exportación de El Salvador a Estados Unidos, sino al revés: de Estados Unidos para El Salvador. Así ha sido históricamente, y así sigue funcionando con las deportaciones.

Hay que explicarles que la gran mayoría de los pandilleros en Estados Unidos son “made in USA”: nacidos o por lo menos crecidos y convertidos en criminales en los barrios de Los Angeles, Houston, Maryland y Long Island – y no infiltrados a Estados Unidos por la frontera y por los “vacíos en la legislación de migración”, que ahora proponen cerrar. De paso: Lo mismo es cierto con la mayoría de los terroristas y autores de masacres en Estados Unidos.

Hay que explicar a Trump que muchos de sus pandilleros son ciudadanos de Estados Unidos y nunca han pisado tierra salvadoreña.

Hay que explicarles –e incluso en público- que Trump está engañando a su pueblo y su Congreso, mezclando asuntos de migración con la lucha contra las pandillas y el terrorismo. Lo que realmente quiere no es combatir las pandillas, sino avanzar con su política anti inmigrantes.

Hagan su trabajo, señores ministros.
Saludos,

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(MAS! / El Diario de Hoy)