sábado, 30 de junio de 2018

Carta a Özil: El bicho del ‘Ruhrpott’, tan alemán o más que los chelitos

Titulares: “Schweinsteiger canta nuestro himno, Özil no…”

Estimado Mesut:
Ahora que el equipo alemán sufrió el debacle de Rusia 2018, te caen pedradas. La gente busca culpables, y vos sos el candidato ideal.

Como alemán te digo: Me da pena esta mezcla de racismo y envidia.

Siempre hubo gente en Alemania que te vieron mal: por ser hijo de inmigrantes turcos, por no haber renunciado a la religión musulmana de tus padres, por no cantar con entusiasmo el himno nacional alemán antes de cada partido de la Mannschaft.

Mientras te acompañaba el éxito, en el Mundial Suráfrica 2010, donde vos y Thomas Müller surgieron como los enfants terribles del nuevo fútbol alemán, y en Brasil 2014, cuando conquistaron la Copa del Mundo, estos prejuicios no se convirtieron nunca en shit storm. Pero siempre existían, latentemente, la envidia y prejuicio racista contra los jugadores ‘extranjeros’. Boateng, Rüdiger Kedhira y Gündogan lo habrán sentido también, pero siempre el blanco principal fuiste vos: por ser tan irreverente, por nunca tener actitud de Tío Tom, tratando de ser más alemán que los alemanes.

Pero vos no sos extranjero, sos un bicho de Gelsenkirchen, te hiciste futbolista en el corazón del ‘Ruhrpott’, la franja industrial, que es la más futbolista de Alemania, y además siempre ha sido un crisol de trabajadores inmigrantes. Cada tercero en esta zona, y cada segundo de sus futbolistas, tiene apellido polaco. Luego vinieron los inmigrantes portugueses, los serbios, los croatas, y los turcos. Y jugaron fútbol. Algunos como vos llegaron a la Bundesliga, al Real Madrid, a la Premier League. Son parte del milagro futbolero alemán de las últimas décadas. Tan alemanes como los chelitos como Schweinsteiger o Draxler…

Vos hiciste mucho por Alemania, yo diría que más que la mayoría de tus compañeros de la Mannschaft. Y no solo en la cancha, defendiendo los colores del país. Vos sos ejemplo de integración exitosa. Vos le das autoestima a los millones de niños inmigrantes que son parte de Alemania.

¿Y cuál es el problema que a la vez de Alemán sos Turco, que no renunciaste a la nacionalidad turca ni a la religión de tu familia? No te perdonan que vos y Gündogan se tomaron una foto con el presidente de Turquía. A mi me cae mal Erdogan, es un tío autoritario y populista. Tal vez no fue prudente tomarse esa foto, pero eso es asunto tuyo. Es tu presidente, igual que el señor Frank-Walter Steinmeier, presidente federal de Alemania.

Te atacan porque no cantás el himno alemán. Pues, yo tampoco. A muchos alemanes no les gusta este himno que dice “Alemania, Alemania sobre todo,sobre todo en el mundo”. Jamás cantaré estas letras, y alguien quien como vos ha vivido las consecuencias del nacionalismo alemán, tiene todo el derecho de quedar callado cuando todo el estadio grita estas ofensivas letras.

Hay que ser justo: Todo el equipo alemán jugó mal en Rusia, ni más ni menos que vos. Hasta los que aquí nos narraron los partidos en la tele se esforzaron en señalar que Özil no hacía nada, que no conectaba, que sus pases no llegaron. Mentira: Vos no tenés la culpa. Fracasó el equipo entero, a saber por qué, pero seguramente no porque ‘el turco’ no haya dado lo mejor. Todos dieron lo mejor que tenían – y esta vez no fue suficiente.


Seguís siendo uno de los mejores futbolistas de Alemania, y ahora de la Liga Inglesa. Tu apellido, tu origen turco, tu religión y la foto con Erdogan nada tienen que ver con tus éxitos y tus fracasos.

Te mando un gran abrazo, porque aparte de jugar fútbol, sos un tipazo y tenés coraje. Saludos,

(Publicado en: MAS! /El Diario de Hoy)