martes, 14 de febrero de 2023

Carta a los partidos “viejos” de oposición: Pueden resurgir. De Paolo Luers

 "Si se lograra restablecer este pluralismo, el Bukelismo quedaría evidenciado como lo que realmente es: un parásito nutrido por la corrupción, un partido que recoge las partes podridas de la derecha y de la izquierda." 

CartaHablada.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY,  martes 14 Ferrero 2023

Estimados amigos:

Escuché al fin una declaración clara del presidente de la autoproclamada “Nueva ARENA”, Carlos Saade: “La ARENA de Tony Saca ya murió y resurgió en Nuevas Ideas. Si la gente quiere una ARENA como la de Tony Saca ahí está Nuevas Ideas”.

Más claro sólo el agua, como dicen - pero el agua del Río Sapo en Morazán, no del Lempa o del Cerrón Grande. Además, una frase necesaria para marcar el rumbo de un partido que se quiere renovar.

Me gustaría escuchar de alguien del Frente una frase parecida, tal vez así: “El FMLN de Alba Petróleos y de Mauricio Funes ya no existe, pero revivió en Nuevas Ideas”.

Y es cierto: Nuevas Ideas se levantó sobre dos herencias: un millón de votos del Frente - y los operadores políticos y propagandistas de Tony Saca: Herbert Saca, Porfirio Chica, Peter Dumas, Guillermo Gallegos, Geovani Galeas, Ernesto “El Brozo” Sanabria, Walter Araujo, etc. Y al aparato gubernamental lo hicieron funcionar los “aparatchik”, que metió José Luis “Ramiro” Merino al nuevo proyecto de poder: Carolina Recinos, Mario Durán, Erick Vega, gente gris, que prefieren operar, conspirar y controlar desde la oscuridad, dejando las fotos, pero no el poder, a figuras cantinflescas como los Anliker, Ernesto “El Burro” Castro, la canciller Alexandra Hill y otros ministros inútiles.

Si ARENA y el Frente lograran marcar, llenar de vida y proyectar con claridad sus futuros espacios políticos democráticos, uno de una derecha liberal y el otro de una izquierda moderna y democrática, podría comenzarse a construir, junto con los actores políticos emergentes como Vamos y Nuestro Tiempo, el pluralismo democrático que Nayib Bukele se ha propuesta destruir.

Este pluralismo es la principal herencia de nuestra transición de la guerra a la paz y de la dictadura a la democracia. Si se lograra restablecer este pluralismo, el Bukelismo quedaría evidenciado como lo que realmente es: un parásito nutrido por la corrupción, un partido que recoge las partes podridas de la derecha y de la izquierda.

Hoy en día, el Bukelismo es el resurgimiento de la vieja derecha, de la contrarrevolución, de la contrarreforma. Es de importancia histórica que las derechas liberales, democráticas, progresistas e incluso conservadoras se unan para disputar a Nuevas Ideas el espacio de la derecha.

Sin que revivan con fuerza y clara definición ideológica la izquierda democrática y la derecha liberal en El Salvador, no se podrá romper con el predominio del Bukelismo. Nuevas Ideas vive de la destrucción del pluralismo democrático, que construye una sociedad diversa, dialogante y capaz de concertar planes de nación. El unipartidismo que anhelan es la tierra fértil que necesitan la corrupción y el autoritarismo.

Las palabras de Carlos Saade apuntan en la dirección correcta – en la única que puede llevar a una superación de la crisis política y partidaria en El Salvador: el resurgimiento de partidos fuertes y coherentes, que reclamen sus espacios en un mapa político que abarque toda la diversidad de la sociedad. Este es el antídoto contra la deriva al fascismo.

He dicho.