martes, 13 de septiembre de 2011

Carta al presidente hondureño

Estimado Pepe Lobo:

Tiene razón: No es justo que mandé cantidad de cartas al más infeliz de sus antecesores (ya sabe a quién me refiero: el que luego fue presidente fugaz de la República Fronteriza Las Manos)… y ninguna a usted.

Hoy que leí en los diarios que usted despidió a su ministro de seguridad, con todo y viceministro, sentí hasta envidia. Aquí ya nos acostumbramos a que el gabinete de seguridad es inamovible, a pesar del evidente fracaso de sus políticas. No me recuerdo cuándo fue la última vez que aquí en El Salvador un presidente haya sustituido a un ministro de seguridad. Por lo menos en los últimos 10 años de permanente incremento de la violencia, los respectivos ministros han sido blindados.

¿Será que nuevamente ustedes los hondureños nos ganaron a los guanacos, luego de darnos lecciones de cómo atraer inversiones?

Tal vez usted podría darnos el gran cachete de explicarle a su colega Funes y a su amigo José Luis Ramiro del FMLN que los cargos de gabinete no son por cuota partidaria, sino por resultados. Que tengan tanto miedo: que hay vida luego de ponerse los pantalones y limpiar un gabinete. Más bien es al revés: No habrá vida, si no hace esta limpieza…

En el caso suyo, todavía me queda la duda si usted quitó al ministro de seguridad por inepto o porque se tomó demasiado serio su trabajo pidiendo una depuración de la policía…

No vaya ser que yo lo felicito por un paso adelante que resulta siendo un paso para atrás.

Saludos de Paolo Lüers

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