jueves, 18 de octubre de 2012

Carta al hombre del maletín negro

Señor:
Me imagino la gran sorpresa para usted al darse cuenta que todavía hay gente que no se dejan comprar. Se quedó colgado de la brocha con su filosofía de que no hay quien no tenga precio. Usted, el que aplicó esta filosofía a la política salvadoreña. No es que usted haya inventado este sistema político de compara-venta de voluntades, pero sí puede tomar crédito de haberlo llevado a la perfección. Gracias a usted la corrupción dejó de ser un complemento de la política, más bien la sustituye.



Y a pesar de todo esto, usted fracasó. Han llegado a mencionar 2 millones por diputado, y aún así, usted no cumple. Su bloque legislativo de aliados ya tiene tres semanas de hacer lo imposible para ganar tiempo y bloquear la elección del fiscal general -- y usted no consigue los 6 votos adicionales... Y con el peligro que en el camino se pierdan algunos de los 50 votos del Bloque, porque ya empiezan a dudar de su poder...


¿Qué pasa? Parece que el mercado libre de voluntados ya no funciona. Ni siquiera con la ayuda de amenazas, extorsiones, etc. ¿Qué ha cambiado? Si esto funcionaba, sin problema ninguno, en el 2009, cuando se formó Gana? ¿Qué ha cambiado del 2009 para acá?

Lo que ha cambiado es que ahora hay vigilancia ciudadana. Todos los berrinches que ustedes han armado contra la institucionalidad del país han despertado algo nuevo: conciencia ciudadana. Esto significa que para el diputado que agarre su maletín y venda su voto, ya no habrá vida política ni social para gozar de sus nuevas riquezas.

La conciencia ciudadana ha creado un mecanismo de sanción moral que usted ya ha sentido en carne propia, una especie de cuarentena social: igual que usted, los diputados que vendan su voto ya no podrán ir a fiestas sin sentirse incómodos. Por donde aparezcan se silenciarán las conversaciones, se apartará la gente. Sus hijos sufrirán del rechazo y aislamiento de sus padres. Se romperán amistades, sociedades y hasta matrimonios. Aunque usted no lo crea: la sociedad ya no tolera que ustedes sigan pervirtiendo la política, y quien se mete en este juego, lo pagará caro...

Mejor guarde su maletín negra y deje que elijan a un fiscal idóneo.

Paolo Lüers
(Más!/EDH)