sábado, 18 de octubre de 2008

Reprobados

¿Cuál renovación? ¿Con estas listas de candidatos a diputados nos quieren convencer ARENA y el FMLN que de veras están apostando a la apertura, al cambio y a una Asamblea Legislativa capaz de producir debates de altura, concertaciones y políticas públicas del país?

Tendríamos que ser bobos para creernos este cuento. Más bien, las planillas de los dos partidos son claras evidencias del continuismo. Es evidente que los dos partidos grandes no quieren correr el riesgo de tener en la Asamblea a mentes críticos capaces de construir acuerdos, sino han escogido sus candidatos con el criterio de fidelidad partidaria y disciplina. El FMLN va a tener a partir del 2009 la bancada más homogénea, más ortodoxa, más alineada de su historia parlamentaria. Pero no alineada con el candidato a la presidencia, sino alineada con la Comisión Política del partido. No habrá bancada plural, porque en el FMLN ya no hay pluralidad a representar. El candidato y sus amigos no han tenido nada que hacer en el proceso de selección de candidatos.

En el caso de ARENA es diferente. Hay pluralidad, hay discusiones dentro del partido, hay diferencias de enfoques, y de alguna manera se reflejan en la planilla de diputados que presentó el COENA. Lo que falta es una clara muestra que el candidato y presidente del partido está dispuesto a usar la selección de diputados como instrumento para consolidar su propio posición, para asegurar su independencia frente al grupo que ha dominado al partido en los últimos años, y para reforzar la apertura que quiere producir en el partido. Apertura significa, por definición, que por la puerta que se abre, entren ideas nuevas y liderazgos frescos. Abrir la puerta para que entre un señor a la fórmula, pero no dejar pasar a nadie más, no es apertura. Por la puerta de los diputados van a entrar un par de personas capaces, aunque algunas no tan frescas, pero esto tampoco es apertura. Otra oportunidad no aprovechada por Rodrigo Ávila para cambiar la percepción que la gente tiene de su partido, de su falta de independencia. El nombramiento de Arturo Zablah, junto con una verdadera renovación de la bancada parlamentaria, anunciados en la Asamblea partidaria del domingo pasado, esto hubiera podido ser el punto decisivo, el viraje, el relanzamiento de la campaña de Rodrigo Ávila.

Le quedan unas contadas oportunidades más: Cuando presente su programa de gobierno – siempre y cuando sea suficiente audaz, claro y contundente en la formulación de políticas públicas diferentes a las tradicionales de ARENA; la presentación de su comando de campaña – siempre y cuando sea compuesto por gente brillante y que no se deje manipular de nadie; y cuando presente a la nación el nuevo COENA – siempre y cuando sea una dirección plural, incluyente y que realmente asume la difícil tarea de combinar unificación y apertura. Lo más lógico fuera hacer este último primero, o sea inmediatamente. Y que este nuevo COENA de unificación y apertura haga uso de su derecho de revisar, caso por caso, la planilla de diputados y alcaldes, para corregir errores y para introducir candidaturas que surjan con la lógica de la apertura y de la renovación.

Me hubiera encantado poder dar este tipo de consejos también al Frente, pero sería inútil. En ARENA por lo menos no se han suspendido las discusiones, vale la pena intervenir y exigir seriedad. En el FMLN todo está amarrado, decidido, sin voces que expresen dudas, cuestionamientos, críticas. Es muy difícil querer aportar criterios a un debate que no tiene lugar. Porque esto es lo que hacemos los observadores: opinar, cuestionar, intervenir en discusiones aunque nadie nos ha invitado, aunque nos digan intrusos. Las decisiones que ahora se toman son demasiado importantes para dejárselas a los partidos.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observador Electoral)