martes, 4 de enero de 2011

Carta a los abuelos que se tomaron catedral


Queridos padres de los caídos en la guerra:

Este es el colmo de los colmos: A ustedes, que han perdido a sus hijos que combatieron en cualquiera de los dos bandos durante la guerra, les concedieron una pensión mínima de $50 al mes. Como ya eran viejitos -y además pobres- los gobernantes pensaban que al final del año 2010 el problema de ustedes ya se habrá resuelto. Pensaban que a esta altura todos ustedes hubieran tenido la decencia de morirse para ahorrar al Estado estas pensiones.

Por esto, al decreto que crea la pensión para los padres de los caídes en la guerra, le pusieron fecha de vencimiento: el 31 de diciembre del 2010.

El problema es que muchos de ustedes (se estima unos 10 mil) se han negado a morirse. ¡Viejitos tercos! Se niegan a morir a tiempo y siguen jodiendo – además a un gobierno ‘de izquierda’, que tiene otras preocupaciones más urgentes, como comprar aviones y nuevas camionetas Prado.

El gobierno de apellido ‘cambio’ (y que por matrimonio con el FMLN se pone ‘de izquierda’) no ve ninguna razón de seguir pagando estas sus pensiones.

Es el colmo. Si ustedes necesitaban la pensión cuando terminó la guerra, ¿cómo no la van a necesitar, con más urgencia, ahora que son más ancianos?

Funes les ofreció un aguinaldo y ustedes tuvieron la decencia de mandarlo al carajo. Comen todos los meses, no sólo en diciembre. Ustedes merecen que no se les corte su pensión. Se tomaron catedral, porque nadie les hizo caso. El FMLN se queda callado, porque ustedes ni militan en su partido. Los padres de los combatientes caídos sólo son militancia histórica, y esto ya no cuenta. Además ustedes andan juntos con los papás de soldados caídos. Sospechoso...

Quédense en Catedral hasta que les hagan caso. Ustedes son la reserva moral de este país. Tienen derecho de morir con dignidad.

Un gran abrazo, Paolo Lüers

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