jueves, 29 de marzo de 2012

Estimados diputados:

¿Se olvidaron del decreto 743, o sea de su último atentado contra la independencia de la Corte Suprema? ¿Tienen tan corta memoria que se olvidaron del terremoto político que al final los hizo retractarse y dejar en paz a la Corte y su Sala de lo Constitucional?

Pues, parece que sí. Porque ahora algunos de ustedes están armando otro tamal peor: Elegir en la Asamblea saliente al nuevo fiscal general, al nuevo presidente de la Corte Suprema, y a cinco magistrados de Corte - y de un sólo repartirse la directiva y la presidencia de la nueva Asamblea.



Lo que ustedes tal vez todavía no se han dado cuenta: Es un tamal tan apestoso que cualquiera que se lo traga, se suicida. A esta altura, cuando ya los ciudadanos les han quitado en las urnas la mayoría calificada mal habida durante los últimos tres años, repartirse estos cargos entre ustedes, es un pecado que los ciudadanos (y sus propias bases) nunca les van a perdonar. Sólo pensar que su partido pudiera prestarse a una maniobra para que la Fiscalía General o la presidencia de la Corte Suprema quede en manos de GANA, sólo para que Sigfrido Reyes pueda seguir jugando a presidente en la Asamblea Legislativa – esto le daría vómito hasta a los militantes del Frente.

Los diputados de CD, PES y CN tienen que hacerse una reflexión seria: o se hacen cómplice de este chanchullo, esperando que les dejan algún huesito en la Asamblea, y terminan de perder lo poquito que les quedaba de credibilidad; o se oponen, se quedan sin huesito, pero recuperan credibilidad ante la opinión pública.

Cualquier diputado con un resto de decencia tiene la obligación de asegurar que sea la nueva Asamblea, la única que tiene legitimidad ganada en elecciones, que decida sobre la Corte Suprema, la Fiscalía y el endeudamiento del país. Y si piensan que ahora es cuando, porque ya pasaron las elecciones, y que hasta las próximas elecciones la gente se habrá olvidado de sus traiciones – no hagan cuentas alegres: Van a pagar sus pecados en el 2014. Nosotros nos encargaremos que nadie se olvide...

Piénsenlo bien.

Paolo Lüers
(Más!/EDH)