martes, 24 de julio de 2012

Carta al ministro David Munguía Payés

Estimado David:
Ya que de todas formas me acusan de ser asesor tuyo, de una sola vez aprovecho para darte un consejo, aunque sea gratis: Remueva tu nombre de las especulaciones electorales.



Algunas mentes torcidas por la corrupción no se pueden explicar que yo, duro crítico de este gobierno, haya apoyado tu política de facilitar el entendimiento entre las pandillas para buscar una reducción de la violencia. La cosa es que yo veo que el proceso, que comenzó con la tregua entre las pandillas, está abriendo la oportunidad histórica de construir un proceso de paz que ponga fin a la escalada de violencia. Precisamente por esto te hago el llamado de no permitir que este proceso se contamine con la dinámica electoral.

Ya suenan voces que atacan tu política con el argumento que detrás hay un propósito electoral. El hecho que cada rato te mencionan como posible integrante de fórmulas presidenciales, abona a estas dudas.


Hace falta una palabra clara tuya. No la tradicional de todos los politiqueros, que frente a posibles candidaturas siempre dicen: “No, pero tal vez sí; ahora no pienso en esto, pero si me lo ofrecen...” De vos necesitamos escuchar palabras tajantes que borran este tema del mapa de una vez por todo: “Ante el aporte que puedo dar asegurando que el país, sin violar su marco legal, alcance la paz, cualquier ambición electoral es irrelevante. Por esto, no estoy disponible para ninguna candidatura.” Punto y fin de la especulación.


De todos modos, no perdés absolutamente nada. Renunciar a candidaturas improcedentes no es sacrificio, es ganancia. Nadie que te conoce, te ve como vice ni de Salvador Sánchez Cerén ni de Tony Saca. Nadie en su sano juicio y con dignidad quiere ser el tonto útil a la par de ninguno de estos personajes. Que vayan con sus propios compinches, sin disfrazarse con el prestigio de uno de los pocos honestos. De todos modos, convertirse en vicepresidente no vale nada. No significa ni poder, ni oportunidades de corregir las políticas del presidente.


Para esto no tenés derecho de poner en riesgo el proceso de pacificación que iniciaste, y que difícilmente llegará a feliz término sin el respaldo de un ministro que define esto como su absoluta prioridad, sacrificando incluso cualquier otra ambición. La cosa es al revés, David: Vos pudiste asumir este enorme riesgo y reto de la tregua, precisamente porque no tenés ninguna posibilidad de llegar a presidente. Estás afuera de toda ecuación presidencial, no porque no estés calificado de ser presidente, sino porque no tenés partido y no tenés proyecto político viable para el 2014. Por esto vos pudiste abrir esta oportunidad de paz, que ni ARENA ni el Frente han podido ni siquiera imaginarse. No echés al traste esta oportunidad tal vez única por una payasada de vicepresidencia que de todos modos no procede, ni por los números, ni mucho menos por la decencia...


Hasta ahí mis consejos gratis. Vos tenés la decisión y la palabra.


Paolo

(Más!/EDH)