martes, 22 de septiembre de 2015

Carta al Papa Francisco

Su Santidad:
¿Cómo habrá sido su visita a Fidel Castro? En los medios nos enteramos que usted hizo un gesto que los papas y jefes del Estado, que yo sepa, jamás hacen: Fue a visitarlo en su casa. Tan así que, según las fotos publicadas, Fidel lo recibió en sudadera – como si usted hubiera caido a la casa sin avisar.

Normalmente los personajes que no son jefes de Estado, para ver al papa (o a cualquier jefe de Estado visitante), vienen a verlo en su embajada. Claro, usted va a ver al presidente del país que visita en su palacio presidencial. Pero Fidel ya no es presidente. Obviamente, tampoco es un pensionado común y corriente. Es un mitos. Así que entiendo que usted, reconociéndolo como un mitos, lo fue a visitar a su casa.
Bien. Pero, ¿cómo funcionó el protocolo? ¿Qué le dijo Fidel? ¿Le dijo “su Santidad”, o le dijo “Pancho”? ¿Le besó el anillo o simplemente le abrazó como a un hermano?
¿Y qué hablaron, cortesías y protocolo aparte? ¿Le dijo a Fidel, muy en privado y sin ninguna publicidad de por medio, que Cuba tiene que cambiar, que ya no puede tener presos políticos, ni censura, ni elecciones con un solo partido? Alguien se lo tiene que decir a los hermanos Castro – y si el papa no se atreve, ¿quién se va a atrever?

Fidel ya no ejerce la maquinaria del poder, pero sí el poder. Si se quiere una transición suave y pacífica, donde el partido, el gobierno y la Fuerza Armada son parte del cambio, esto no puede pasar sin la aprobación de Fidel. Sin Fidel, de alguna manera, poniéndose a la cabeza. ¿Usted le dijo esto? ¿Usted le dijo a Fidel la verdad que tal vez no le gusta escuchar? La verdad que él ya no podrá detener el cambio de la dictadura a la democracia, que viene con él o contra él – y que lo único que depende de él es si esta transición será pacífica o violenta; si su gente al final del proceso serán parte del nuevo régimen que habrá una ruptura total…
Si usted, desde la autoridad y la bondad de su cargo, no le dice estas verdades a Fidel, ¿quién lo hará?
¿Y Fidel qué le dijo? ¿Está dispuesto a permitir que la nueva generación de cubanos decida libremente qué sistema político y económico quiere para Cuba? ¿Cómo Fidel le explicó, si es que hizo el intento de justificarse ante su Santidad, que luego de 50 años de los revolucionarios cubanos todavía temen la libertad de prensa, de expresión y de organización política?
Y cualquiera que haya sido la respuesta de Fidel, ¿qué le contestó usted? ¿Le dijo que Cuba ha defraudado todo el amor y entusiamso que su rebeldía contra la dictadura ha despertado en el continente? ¿Le dijo a Fidel que cuando usted, como nuevo papa, habla de justicia y lucha contra la pobreza, este viraje de la Iglesia no reindivica la manera como los Castros han gobernado Cuba durante 55 años, sino lo contrario: un profundo respeto a ser humano, su dignidad, sus derechos, su libertad.
Y cuando de Cuba viaja para Estados Unidos, ¿cuál es el mensaje que lleva para el presidente Obama? ¿Le va a decir que el punto central no es la reconciliación entre los dos países y sus gobiernos, sino la reconciliación entre los cubanos, y que esta no será posible sin un cambio del sistema político? El sistema político existente es excluyente, y Cuba, para reconciliarse, necesita un sistema incluyente.
Está bien que la Iglesia, que tiene dos mil años de ejercicio de diplomacia y conspiración, nunca diga estas cosas en público – con tal que las diga en la intimidad del Oval Office y de la mansión de Fidel.
Buen viaje, su Santidad. Saludos
firma paolo