Otra vez hablemos de las pensiones. O mas bien: del “plan Cáceres”, con el cual el gobierno del Frente quiere caer a los fondos de pensiones. O sea, quieren expropiar nuestros ahorros para salir de su crisis de liquidez…
Uno pensaría que ya todo está dicho
(que esto es un robo; que no resuelve el problema de las futuras
pensiones, sino solamente el problema de caja del gobierno…) – pero
cuidadito: Hay que repetir estas verdades hasta que las entienda el
último ciudadano. Y hasta que entiendan el gobierno y el FMLN que “el
pueblo” les puede aguantar muchas bayuncadas políticas, pero que no les
va a entregar voluntariamente sus ahorros, o sea sus futuras pensiones.
Ahora Carlos Cáceres, medio
clandestino, convocó reuniones privadas para vender su plan. Y de
repente revela que, aparte de expropiar las cuentas de ahorro en las
AFP, quieren aumentar la edad de jubilación por 5 años aumentar la
cotización mensual. Y como si esto no fuera suficiente, inventarse un
nuevo impuesto para poder pagar las obligaciones con los jubilados del
INPEP, IPSFA y Seguro Social.
Desde Casa Presidencial dicen que aun
no existe ningún plan oficial del gobierno, que apenas están haciendo
los estudios, que no hagamos caso al ministro de Hacienda, que este maje
ni siquiera es del Frente…
Pero no nos dejemos engañar: Cáceres
actúa por encargo del presidente, para probar las aguas. Si hay
demasiada resistencia, sobre todo en los sectores de clase media, van a
echar la culpa a Cáceres y distanciarse de su plan. En cambio, si no hay
mucha bulla, van a oficializarlo e implementarlo.
Entonces, depende de nosotros: Si
hacemos suficiente bulla, o sea, si elevamos al FMLN el costo político
de esta “reforma de pensiones”, podemos matar dos pájaros de un tiro:
hacer que el FMLN deje caer a Carlos Cáceres (quien nunca ha sido amigo
de ellos, sino de Mauricio Funes) – y al mismo tiempo conseguir que no
toquen las pensiones.
Ellos pueden, tal vez, imponer este
“plan Cáceres” y quedarse con los fondos de pensiones contra la
resistencia de ARENA; incluso contra la resistencia de la empresa
privada – pero no contra la resistencia de toda la clase media afectada.
Imposible.
Se ha puesto de moda lamentarse de la
impunidad y de la corrupción. Piden Comisiones Internacionales y
reformas constitucionales, arman movilizaciones para que se castigue a
todos los ex presidentes vivos del país – mientras bajo sus narices
están preparando el robo del siglo: la expropiación de los fondos de
pensiones.
La impunidad se extiende hasta donde
nuestra paciencia y pendejez lo permite. Su límite está donde nosotros
lo marcamos. Saludos,