Pero pensándole bien, ¿qué tipo de
democratización hubieran logrado en una elección, donde solo votarían unos
1,500 militantes? ¿Qué tipo de renovación hubieran logrado votando por
planilla, y no por personas, y aún más grave, existiendo una sola planilla?
Llego a una conclusión sorprendente: Este
paso para atrás, suspendiendo una elecciones que de ninguna manera iban a
avanzar a la democracia interna, da pauta para unos pasos para adelante firmes
y grandes – si es que hay voluntad de dar estos pasos.
Lo poco que he sabido del debate interno
que llevó a la suspensión, por un año, de la elección interna, indica que hay
un análisis audaz y autocrítico: Se reconoce que ARENA nunca ha sido
internamente democrático, Se reconoce que su caudillismo y su autoritarismo son
tan profundos que ahora, luego de 6 años de esfuerzos de renovación y democratización
ARENA todavía no dispone de mecanismos realmente transparentes y democráticos
para definir sus liderazgos y su rumbo.
Parece que todo el proceso actual que llevó a la planilla del COENA estaba pegado a los estatutos, y en este sentido totalmente legal; incluso todo indica que iba a desembocar en un COENA muy prometedor – sin embargo, el proceso carecía de legitimidad. Cualquier liderazgo que surja de la aplicación de mecanismos obsoletos, aunque sean legales, nace con una gran hipoteca.
Si la decisión que tomó el liderazgo
ampliado de ARENA de suspender las elecciones internas de octubre 2015 fue
basada en este enfoque autocrítico y audaz, ¡que bueno!, abrirá camino para los pasos decisivos para
adelante. Pero si la decisión fue tomada porque dentro del partido se manifestó
demasiada resistencia conservadora al perfil renovador del nuevo COENA, como
una especie de reculada, entonces sí sería una señal preocupante de crisis. Es
obvio que dentro de ARENA hubo las dos actitudes, la audaz y la miedosa – ambas
haciendo una extraña unión para postergar la elección. El futuro va a decidir
si fue una decisión para parar la renovación, o por lo contrario una medida
para abrirle camino a una renovación mucho más consecuente.
Entonces, hay que observar si después de
este paso para atrás llegan los pasos grandes para adelante - o si más bien todo
se queda en la inercia y la inamovilidad de un partido que se resiste a la
apertura y se siente más cómodo en el conservadurismo y autoritarismo.
¿Cuáles serían los pasos que hay que dar
para que el partido, lejos de estancarse, avance?
Primero: Crear un padrón electoral
interno amplio y confiable, para que en la elección interna del 2016 no voten
exclusivamente los 1,500 funcionarios, sino las decanas de miles de miembros
del partido.
Segundo: Establecer que estos miembros,
para tener derecho al voto, contribuyan al partido. Que su aporte, pequeño o
grande, se convierta en la base económica del partido, haciéndolo menos
dependiente de los “donantes” empresariales.
Segundo: Reformar los estatutos y crear
un reglamento que permita el voto por personas, no por planillas. El resultado
sería un COENA representativo de las corrientes y sectores del partido.
De esto estoy hablando cuando digo: Un
paso para atrás, pero 3 para adelante. Si estos pasos no se dan, el paso atrás
de hoy, suspendiendo las elecciones, será el fin del proceso de renovación.
Saludos,