El 25 de enero 2016, a sólo cinco días de la muerte de Paco, publiqué una carta diciendo: “Espero que te recuperés, y plenamente. Te lo deseo, de toda corazón, por el bien tuyo y de tu familia, obviamente, pero también por el bien del país, de la justicia. La gente quiere (y merece) justicia. Y el caso tuyo es emblemático: la primera vez que un ex presidente enfrenta la justicia. Casi automáticamente, tu caso se ha convertido en el gran test del sistema: ¿Habrá justicia o habrá impunidad? Y yo agrego otra disyuntiva: ¿Habrá justicia o habrá venganza?”
No hubo justicia: Paco Flores no tuvo oportunidad de limpiar su nombre ante la corte. Hubo venganza: Lo dejaron morir para no concederle las condiciones de arresto adecuadas a su estado de salud.
Los principales culpables ya están pagando sus pecados. El autor intelectual, Mauricio Funes, auto-exiliado en Managua, sin amigos, sin injerencia política; y Luis Martínez, el manipulador del sistema judicial, preso en Mariona, jugando naipes con el Gordo Max y Tony Saca.
La justicia les va a caer, aunque por el momento no por la persecución política que llevó a la muerte de Paco Flores. No importa: Todos entienden que estos dos, que tanto manipularon y tantas voluntades transaron, también lo hicieron en su proyecto más emblemático: destruir política, moral y físicamente a Paco Flores.
Sé que para ustedes, esta herida nunca va a sanar. Tampoco con venganza. Mauricio Funes y Luis Martínez se están cayendo, no porque alguien se quiera vengar de ellos, sino por la cantidad de maldades que hicieron, que hasta la fecha ni siquiera se están judicializando.
Lo irónico: Funes y Martínez están sintiendo, en carne propia, las tempestades que ellos mismos despertaron. Cuando Funes comenzó su campaña mediática contra Paco, yo le dije en una carta: “Cuidado con esta Caja de Pandora, presidente. Una vez abierta, no la podrá cerrar, cuando salgan demonios que le asustan a usted.” Pero Funes la abrió, sembró las tempestades de la persecución política y de la justicia convertida en venganza – y ahora todos los fantasmas y morbos que él despertó, lo persiguen a él.
Por obra de Mauricio Funes y Luis Martínez ya no hay juicio de corrupción que no se convierta en circo mediático – o en Circo Romano, con él tirado a los leones.
Nadie de nosotros –ni el propio Paco, ni ustedes como familia, ni sus amigos, ni los que hemos criticado la justicia por caer en persecución política – pedimos venganza. Siempre pedimos justicia. Nada de impunidad, y nada de juicios mediáticos.
Yo lo sostengo incluso en los casos contra Saca, Funes y el ex fiscal. No necesitamos que les humillen.
Yo no soy el indicado para hablarles a ustedes de las cualidades de Paco. No he sido su amigo. Pero hay que proteger el derecho de defender la dignidad y la inocencia no para los amigos, sino para todos. Ustedes, como familiares, han mostrado dignidad. Es el homenaje más grande que podemos dar a Paco: no permitir que se siga politizando la justicia.
Les saludo con mis respetos,
(MAS!/El Diario de Hoy)