Carta a los candidatos: Si hablan de pensiones, por favor hablen claro
Estimados candidatos:
La primera pregunta en el
debate presidencial en la UES fue sobre las pensiones, y lamentablemente
nadie la contestó bien. Tratando de contestar lo que es imposible
explicar en 2 minutos, fallaron. Lo correcto hubiera sido no intentar de
contestar la pregunta, sino usar sus 2 minutos para definir bien el problema.
Es tiempo que algún líder (o quien quiere serlo) diga al país: El
problema que tres cuartos de la población no tiene expectativa de
pensión no se puede solucionar perfeccionando el sistema existente de
pensiones. Este sistema (tanto el tradicional público-solidario, como el
nuevo privado) está basado en que los que están en empleo formal pagan
mensualmente sus aportes, igual que sus empleadores. Por definición, las
cotizaciones del 25% de la población nunca podrán financiar una pensión
digna para el restante 75%.
Aunque es correcto que urge hacer el sistema existente de pensiones
más inclusivo (ampliar la cobertura) y más efectivo (garantizar que los
ahorros se manejen de forma más rentable, para generar pensiones más
altas), esto no resuelve el problema de millones de salvadoreños que no
pueden esperar pensiones dignas: los que están fuera de la economía
formal; los que no llegan a los tiempos requeridos (sobre todo mujeres);
y los que ganan apenas salario mínimo y recibirán pensiones debajo del
mínimo necesario.
Cualquier solución de este problema grave no es asunto de la reforma
del sistema de pensiones basado en cotizaciones, sino de las políticas
sociales que los políticos estén dispuestos a proponer y los ciudadanos a
financiar – con sus impuestos.
No decir esto con claridad (y no invitar a la sociedad a discutir si
está dispuesta a asumir una solución financiada por impuestos) es una
falacia y una forma de engaño.
Me pregunto: ¿Por qué ningún candidato nos confronta con este
problema? ¿Por qué nadie ha detectado que muchos ciudadanos estamos
ansiosos a escuchar a políticos que nos obligan a enfrentar y discutir
las preguntas que la sociedad se tiene que hacer para progresar?
Por supuesto hay que hacer todas las reformas necesarias al sistema
provisional. Por supuesto hay que buscar formas de gradualmente ampliar
la cobertura del sistema y mejorar las pensiones que produce. Para esto,
tanto Hugo Martínez como Carlos Calleja han presentado propuestas que
parecen racionales y merecen discusión. Pero no deben seguir evadiendo
la discusión necesaria sobre una política social que en serio enfrente
el problema de la extrema pobreza de millones de viejos actuales y
futuros. Y no deben evadir el hecho que una solución de este problema
necesita financiamiento público.
Uruguay
legó a un acuerdo nacional de aumentar el IVA y dedicar los puntos
porcentuales adicionales exclusivamente a la creación de una pensión
mínima universal. Urge una discusión seria y honesta sobre cómo
financiar la solución en El Salvador – y este tema no debe estar ausente
en la campaña electoral. Nunca es tarde, señores candidatos.