lunes, 29 de mayo de 2006

A ver si me sale un Wagner (vea columna transversal pasada)

Queridos decanos de la Universidad de El Salvador:

No se cómo han llegada al decanato. Por mérito académico, obviamente no. Por amar a la universidad, tampoco.

En la vida no he visto un gremio académico tan mediocre, miope y cobarde que Ustedes, sentados en el Consejo Superior Universitario (no) discutiendo el futuro de su universidad. Mediocres por la forma de (no) analizar la problemática de la universidad. Miopes por no ver la grave enfermedad de una universidad que ya no tiene la fuerza para cumplir sus funciones básicas: servir a la sociedad, investigar y educar. El jueves pasado, cuando se negaron a aprobar el plan de fortalecimiento de la UES presentado por la rectora María Isabel Rodríguez y los 25 millones de dólares ofrecidos por el BID para financiarlo, ustedes niegan a la universidad la posibilidad de regenerarse.

Además, cobardes. Ni uno de ustedes levantó la mano para votar por los 25 millones. No tenían el valor para decir no – y cargar con el costo y la deshonra. Ni el valor de decir sí – y cargar con el riesgo que los grupos de choque los vean mal. Se abstuvieron. Sucumbieron a las amenazas y los chantajes. Dejaron sola a la doctora después de haberle prometido su apoyo. Dejaron sola a la universidad. Dejaron solos a miles de estudiantes que exigen una mejor universidad. Si la votación hubiera sido secreta, talvez hubieran cumplido con su promesa y su deber…La abstención no les servirá de nada. El costo siempre lo van a pagar ustedes. La sociedad y la comunidad universitaria les van a exigir que expliquen este acto de miopía y cobardía. Que expliquen por qué le quitan a la universidad 25 millones de dólares.

No se cómo va a explicar usted, señora decana de medicina, su votación a sus estudiantes y sus docentes que casi unánimemente le exigieron que votara en apoyo al proyecto y al financiamiento. Ustedes, decanos de medicina, oriente y occidente, ¿no les dio pena ver que sus estudiantes, rompiendo con el miedo sembrado por una minoría violenta, se hicieron presentes masivamente para exigirle a ustedes que voten por el “sí”? Y Ustedes absteniéndose. O en el caso de oriente, votando en contra del proyecto y en contra de sus estudiantes.

Los demás tienen el derecho de equivocarse. Ustedes no. Son los decanos. Es su deber querer y proteger la universidad. Cumplan o renuncien.

No muy cordialmente, les saluda Paolo Luers
(Publicado en El Faro)