miércoles, 16 de abril de 2008

EL CENTRO NECESITA UNA LIMPIEZA RADICAL

La mayor parte de la población, interrogada sobre su ubicación ideológica, se declara ni de izquierda (20.34%) ni de derecha (17.4%), sino de centro (33%). Sumando los que se declaran centroizquierda y centroderecha, sale un centro de más de 38%. A la pregunta si hay espacio para una alternativa de centro, 31.54% de los salvadoreños contestan que sí.
Son números para construir estrategias vencedoras. Da para ganar elecciones. Sin embargo, el centro político salvadoreño sigue en agonía. Al centro del espectro político salvadoreño: un inmenso hueco.

A pesar de estos datos muy reveladores, el país sigue debatiéndose entre continuar sufriendo con la derecha constituida en ARENA o lanzarse a otro sufrimiento con una izquierda con olor a antisistema.

En el centro lo que sobra es caos, incapacidad, insinceridad, oportunismo, ausencia de visión y falta de liderazgo. La tan soñada coalición por el cambio de Arturo Zablah, muerta. CD y el FDR se prometieron matrimonio, pero nunca dejaron de coquetear con el FMLN. René Canjura, alcalde de Nejapa y dirigente del FDR, dice que quiere pactar con PDC y PCN para el gobierno municipal, pero si este pacto no se da a nivel presidencial, “yo seré un activista para la campaña de Maurico Funes”. Esto sólo puede decir Canjura porque ya tiene claro que la tal “tercera fuerza” no es otra cosa que una movida estratégica para llevar al poder al FMLN. Que la tal “coalición para el cambio” con Arturo Zablah no es otra cosa que una sucursal de la misma franquicia de cambio que promete Mauricio Funes. Es más: Canjura no puede decir esto, si no está enterado que el PCN, como buena prostituta, ya está negociando un pacto de “gobernabilidad” con el Frente, y si él no forma parte de este pacto.

Es hora que los partidos del centro --en el sentido que están en medio de los polos de la confrontación y por lo tanto incluyen al FDR, CD, PDC y PCN-- tienen que bajarse los pantalones y decir lo que quieren. No tiene sentido querer hacer coaliciones para la primera ronda, si para la segunda cada uno va por otro lado. Los que en última instancia van a apoyar al Frente, que desde ya busquen cabida en una alianza electoral, aunque no logren más que la “sobrevivencia” de los liderazgos. Pongo esta palabra entre comillas, porque la pongo en duda: La estrategia para asegurar la sobrevivencia en el sentido de cargos públicos, bien puede ser el suicido como proyecto político.

Hay que hacer un escrutinio crítico para limpiar el terreno en el centro. Se necesita una limpieza radical que sólo deje vivos a los que realmente tienen vocación de independencia; los que quieren construir una tercera fuerza que rompa el esquema de la posguerra; los que no van a empeñar en la segunda vuelta la acumulado, por muy modesto que sea, en la primera ronda y en las elecciones municipales y legislativas.

Si el PDC realmente quiere constituirse como tercera fuerza, ahora es su oportunidad. Pero que lo haga solo o sólo con los que se comprometan a no apoyar a nadie en la segunda vuelta. El PCN se ve a enredar en sus intentos en pactar con ambos lados. El CD va a lanzar a un candidato decidido a apoyar después a Funes. Y el FDR tiene que decidirse si quiere acompañar al CD en esta pantomima o al PDC en el intento de establecer una fuerza independiente.

(Publicado en El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)