jueves, 3 de noviembre de 2005

Matices de un color

El Frente ni llegó, sin embargo era el centro del debate sobre las izquierdas. Impresionante la fijación que toda la izquierda tiene con el FMLN. Negativa unos, obligados a volver y volver y volver al momento doloroso de la separación. Y otros con fijación positiva: salieron, pero no han tenido tiempo (¿o valor?) para cortar el cordón umbilical ideológico.

De izquierda a derecha: David escobar Galindo, Paolo Luers y Ana Guadalupe Martínez.
Construir una izquierda diferente, elegible, y competitiva requiere de una identidad clara. Si la identidad de la izquierda nueva no es claramente distinguible de la identidad conocida de la izquierda establecida, ¿para qué cambiar de bandera?

Si uno de los personajes protagónicos de la “nueva izquierda” dice que se distanció del Frente porque se dio cuenta que no se puede introducir el socialismo por decreto, y que siempre quiere llegar al gobierno, pero ahora con la disposición de administrar al neoliberalismo, durante una transición de dos o tres años – mejor me quedo con la “izquierda vieja”.

Razón tenía David Escobar Galindo, el panelista de derecha en el debate sobre las izquierdas, en recomendar a la izquierda que –antes de actuar en una obra sin libreto- haga un ejercicio de reflexión y de autodefinición.

Por otra parte, si la fijación negativa se vuelve obsesiva, tampoco se llegará a una definición independiente, autónoma de su proyecto político. Es necesario distanciarse del pasado, pero es más indispensable aun la propuesta positiva, la plataforma nueva, la construcción.

Razón tenía nuevamente David Escobar Galindo en decir: “Hay mucho despecho, por lo que ha pasado, y esa es una emoción que paraliza demasiado. Me hicieron, hice, no hice, debí hacer. Bueno sí, pero hay un momento en que uno tiene que saldar la deuda y decir ahora pasemos a la construcción de lo que valga la pena – ¡para el país!”

De paso sea dicho, invitar a un intelectual de derecha como David Escobar Galindo al debate sobre las izquierdas mostró ser una excelente idea. Cualquiera que lee el debate se da cuenta. Aunque sirvió de razón para la ausencia de uno de los invitados, quien no objetó para nada sentarse con los “disidentes”, pero sí a discutir asuntos de izquierda con alguien de derecha.
Con el mismo argumento –pero no refiriéndose a David Escobar Galindo, sino a Facundo Guardado, Ileana Rogel, Ana Guadalupe Martínez y, tal vez, Rubén Zamora- se disculpó Schafik Handal, quien fue el primero que invitamos a este debate. Todo es relativo. Todo depende del punto en el mapa desde el cual uno ve el mundo.

Al fin no llegó nadie del FMLN, dijeron que todos los posibles representantes tenían que asistir a una reunión interna. Un argumento talvez más elocuente que cualquier cosa que hubieran dicho en la mesa…

El debate sobre las izquierdas -me quedo de un solo con el plural, ya que una de las coincidencias más contundentes en la mesa era que dos cosas eran indispensables: la diversidad en la izquierda, y el respeto a la diversidad- valió la pena. Es complicado, es apenas un inicio. Coincidencias hay, bastantes. Probablemente suficientes para servir de fundamento para la refundación con la cual todas las diferentes izquierdas representadas estaban interesadas. Diferencias hay, bastantes. Probablemente suficientes para evitar que esto pase a corto plazo.
Encuentros tiene por objetivo provocar debates que sirvan para identificar coincidencias y diferencias. Usualmente entre partidos de diferentes colores. Esta vez entre diferentes matices del mismo color. Desde ya invitamos a los mejores pensadores de la derecha a un debate similar sobre “La derecha o las derechas”.

(Publicado en encuentroselfaro.net)