sábado, 11 de abril de 2009

Carta al patán al volante

Estimado compatriota:

sos el hijuep... que chupa todo el día y en la tarde agarra el carro para regresar de la playa a la casa, pero terminas en la morgue. Está bien que quieres dar fin a tu miserable existencia, pero el problema es que te robás otras vidas que sí valen la pena.

Sos el cafre que sobrepasa las curvas serpentinas en la bajada de Zaragoza al Puerto; que piensa que puede manejar en la Litoral a 140 la hora; que maneja en la noche sin luces traseras; que mete su chatarra a la playa para no cargar tan lejos la hielera y para martirizar a la humanidad con sus bafles; que se mete al mar a riata a ver si funcionan los salvavidas...

Sos el mismo tipo que es culpable que muchas mujeres prefieren no ir a la playa en Semana Santa, porque siempre estás ahí babeando como si nunca has visto nalgas...

Sos una desgracia. ¿Por qué no te quedás en tu patio, chupando hasta que te desmayés, gritando pendejadas mientras nosotros estamos en la playa? Y si a huevo te queres matar, no hay problema, pero vos solito, sin fregar a nadie.

Ojala que no nos encontremos en Semana Santa, Paolo Lüers

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