miércoles, 21 de octubre de 2009

Quien calla otorga

El país se paraliza - y el presidente calla. La población cae presa del miedo - y la ausencia del gobierno convierte el miedo en desesperación. Por todas partes corren rumores sobre un supuesto toque de queda ‘decretado’ por las maras; la gente está confundida y angustiada; comercios y universidades cierran sus operaciones – y el presidente de la República, en vez de salir al aire con un mensaje claro, suspende la conferencia de prensa que tenía programada para hablar de Seguridad Pública para este lunes.

Por primera vez, extraño una cadena nacional.

Este lunes el presidente hubiera tenido que aparecer en cadena nacional golpeando la mesa. Dando a la población un mensaje de confianza. Hubiera tenido que dejar claro que el gobierno no permite que el país se paralice por el miedo a las maras; que el gobierno no permite que bandas de delincuentes decreten toques de queda e impuestos; y que todos -¡todos!- los recursos del Estada serán movilizados para garantizar el libre movimiento de la población en todo el territorio nacional. Todos quiere decir: incluyendo la Fuerza Armada.

Una cosa es la discusión complicada sobre el rol de la Fuerza Armada y sobre el concepto global de la lucha antidelincuencal - y otra cosa es un momento de emergencia, como lo tuvimos anoche, donde hay que interrumpir las discusiones, hablar claro, y actuar.

Un presidente que en una situación como esta no habla, otorga. Otorga autoridad al crimen organizado. Otorga autoridad a los cabecillas de las pandillas. Otorga control territorial a la las maras.

En vez de hablar, el presidente mandó al comisionado Mauricio Ramírez Landaverde a dar la cara por el gobierno. Pero esto es un asunto de gobierno, un asunto político, un asunto del Estado, no es un asunto policial. ¿Qué iba a decir un policia, si su presidente y su ministro de Seguridad no dan la cara y no toman decisiones?

Vamos a seguir discutiendo cómo aprovechar las capacidades de la Fuerza Armada para recuperar el control del Estado sobre todo su territorio, y su capacidad de garantizar seguridad a toda su ciudadanía. Pero anoche hubo la necesidad de ver tanquetas en el Boulevard del Ejército y tropas dentro de las colonias controladas por mareros.

Vamos a seguir en buen rato debatiendo -a lo mejor peleando- hasta que tengamos un plan integral de Seguridad que podamos apoyar e implementar todos: gobierno, ciudadanía y empresa privada. Pero anoche todos hubiéramos apoyado al presidente si hubiera anunciado medidas concretas e inmediatas para evitar que las maras nos ganen la moral.

El silencio fue la peor manera de reaccionar.

(El Diario de Hoy)