sábado, 7 de noviembre de 2009

Carta al soldado en la calle

Hermano:

es importante que cuando saldrás a las calles para romper el control que los pandilleros han establecido en muchos cantones, colonias, barrios y comunidades, sepás que tenés el apoyo de la gran mayoría de los salvadoreños.

Incluyendo los que como guerrilleros nos enfrentamos a la Fuerza Armada durante la guerra civil.

¡En esta nueva guerra estamos juntos, hermano!

Nosotros, igual que ustedes, conocemos la importancia que tiene la disputa del control territorial. Nosotros, igual que ustedes, sabemos que el Estado, cuando pierde la capacidad de ejercer su autoridad sobre parte de su territorio, pierde la guerra. Porque pierde el apoyo de la gente.

A la gente, si el Estado no la puede proteger, no le queda otra que arreglárselas con la autoridad de facto, o sea con las pandillas. Eso es exactamente lo que está pasando - y por llamamos al ejército.

Otra gran lección de la guerra: Quien trata a la población civil de enemiga, pierde. Estoy seguro que ustedes sabrán marcar la raya entre reprimir al delincuente y reprimir a la población.

Ustedes son el último cartucho en esta batalla. El último recurso legal. Si ustedes no la pueden ganar, ¿quién? Luego de eso, la ley de la selva...

Ayer leí unas declaraciones supuestamente del ministro de Defensa, diciendo que los soldados podrán usar su arma, pero sólo en defensa propia. Estoy seguro que citaron mal al general. Porque ustedes salen para defender a los ciudadanos. Si es necesario, con las armas. Si no es así, mejor que no los saquen.

Un abrazo, Paolo Lüers

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