jueves, 4 de marzo de 2010

Carta al Fiscal General de la República

Estimado Lic. Romeo Barahona:

Hoy sí estoy asustado. Aunque nos causa mal de estómago, ya nos habíamos acostumbrado a la extraña idea de un plan nacional de Seguridad que nadie conoce, pero del cual se habla mucho. Pero hoy en la mañana, en una entrevista suya en televisión, me doy cuenta que ni siquiera usted conoce el plan. O sea, el muy Fiscal General de la República no sabe más que cualquier otro pelón de lo que el ministro de Seguridad llama “una política de Estado, construida colectivamente, una política integral” (citado de la página Web de Casa Presidencial).

Ya me pareció sospechoso el tortuoso proceso de ‘consultas’ que el presidente y su gabinete de seguridad pusieron en escena durante una semana completa. Que al final no fueron consultas, sino presentaciones publicitarias: un día a los empresarios, otro a los diplomáticos, otro día a jueces, otro al ‘movimiento social’, otro a los alcaldes.

Ahora resulta que usted, como Fiscal General, no ha tenido ninguna vela en este entierro. Ha sido ‘consultado’ como cualquier periodista, cualquier alcalde o cualquier dirigente de una organización de homosexuales, representando al ‘movimiento social’ y las ONGs...

Era obvio que estas reuniones no eran para consultar, mucho menos para “construir colectivamente”, como nos trata de vender el ministro Melgar. Esta asambleas eran para que les cuenten. Lo que talvez no es tan grave en el caso del alcalde de la isla de Meanguera o del director de una ONG de Medio Ambiente. Pero sí es gravísimo en el caso del Fiscal General de la República.

Si Usted nos cuenta que como Fiscalía no han participado en la elaboración del Plan de Seguridad, y que incluso hasta la fecha no lo conocen en su totalidad, significa que no hay plan. Así de simple. Por lo menos no hay plan que sea ‘integral’, ni mucho menos ‘del Estado’.

Sospecho que todo lo que hay es un plan mediático. Y sigue la improvisación...

Paolo Lüers

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