miércoles, 4 de junio de 2014

Carta al nuevo ministro de Educación

Estimado Carlos Canjura:
Vos sos la sorpresa de nuevo gabinete. Sorpresa grata. Algo bueno está pasando. Cuando hace 7 años, en el 2007, te lanzaste de candidato a la rectoría de la U con un programa de recuperar su excelencia académica, tu partido FMLN te negó el apoyo y hizo ganar a Rufino Quezada, el candidato de los sectores de izquierda que tenía secuestrada la universidad. Pero hoy, Salvador Sánchez Cerén te nombra ministro de Educación. No me atrevo a interpretar que en estos 7 años el FMLN haya evolucionado de un partido de talibanes dogmáticos a un partido que apuesta a la calidad de educación. Más bien pienso que en el seno del partido siguen coexistiendo los que apuestan a rufianes como Rufino y otros que apuestan a intelectuales serios como vos.
En 2007, a pesar de todos los esfuerzos que mucha gente de diversas formas de pensar hicimos para que la Universidad te eligiera rector, la Universidad quedó nuevamente en manos de las fuerzas que durante décadas la habían condenado a la mediocridad. Por culpa del FMLN, hay que decirlo. Quedaron frustrados los esfuerzos que vos, docenas de académicos, y la Chabelita Rodríguez como rectora habían hecho para recuperar la calidad de la educación superior. Nunca entendí cómo el Frente podía ser tan ciego y no apoyar a la doctora Rodríguez en su gestión al frente de la U, ni a vos como su sucesor lógico…
Sentí esta derrota como propia, como un enorme retroceso y una oportunidad perdida. Por esto me entusiasma tanto que ahora, 7 años después, el mismo Frente te nombró ministro de Educación. ¿Habrá esperanza que el cambio al fin alcance al partido que tanto habla del cambio?
Estoy seguro que los conflictos que tuviste en el partido como precursor del programa de Jóvenes Talentos y como candidato a la rectoría no van a desaparecer por arte de magia. Pero igual estoy seguro que vas a pelear, como siempre has hecho, para superar la poca visión que sobre la calidad de la educación tiene la izquierda salvadoreña. Bueno, no solo la izquierda…
De tu capacidad de pelear por tus principios y de remover los obstáculos en tu propio partido dependerá si como ministro de Educación tendrás los apoyos, los recursos, y el espacio político necesarios para impulsar una política pública nueva, orientada a la calidad educativa. Igual que en la Universidad, vas a encontrar férrea resistencia cuando hablés de la necesidad de elevar -¡y evaluar!- la calidad de los profesores para poder mejorar la calidad académica de los alumnos. En esta lucha te vas a dar en la madre con sindicalistas retrógrados y con dogmas de la izquierda mediocre. Pero también te vas a encontrar con mucho apoyo, dentro y fuera de las escuelas, dentro y fuera de tu partido, porque en la sociedad hay una sed de educación – pero de una educación de calidad, que abra nuevos horizontes, que forma ciudadanos críticos, no la educación que repite y repite y repite consignas, creencias, dogmas religiosos o ideológicos.
Tienes adelante una gran tarea. Ojala que tengas el valor de enfrentar a los escépticos, tanto en la izquierda como en la derecha. Ojala que tengas la fuerza para resistir las tendencias de politizar las escuelas. Ojala que tengas la capacidad de enamorar a muchos sectores fuera de las escuelas y fuera del partido de tu proyecto.
Cuente conmigo, Carlos. Paolo Lüers
(Mas!/EDH)