viernes, 15 de mayo de 2015

Intransigencia versus compasión. La controversia entre Paolo Luers y Evangelina del Pilar Sol sobre los casos de las 17 mujeres condenandas

Cuando el recién pasado día de la madre vi, en estas paginas editoriales, la nota de Evangelina Pilar de Sol, con el absurdo título “17 bebés ultimados aquí, hablan desde el cielo a sus mamás”, mi primera reacción fue mandarle una de mis cartas a la autora, para expresarle mi rechazo a un escrito tan lleno de fanatismo, odio e incomprensión, disfrazado de sentimiento cristiano. 

Luego recapacité: No tiene sentido discutir con una mente tan cerrada – cerrada no solamente a argumentos, sino sobre todo a compasión. En vez de contestar a ella, voy a intentar de generar reflexión y debate entre los lectores. Cuando decidí aceptar la invitación de El Diario de Hoy de incorporarme a su equipo de editorialistas (y luego a su Consejo Editorial), lo hice para generar debate plural, dentro del periódico y en la opinión pública.
Defiendo la libertad de expresión, incluyendo las expresiones que me chocan tanto como las de doña Evangelina. No comparto el criterio de las activistas feministas que atacan a El Diario de Hoy porque da espacio a estas opiniones. Prefiero usar el mismo espacio para enfrentarlas.
¿De qué se trata? Doña Evangelina habla de los casos de 17 mujeres que nuestro sistema judicial ha condenado a prisión por la muerte de sus hijos. Todos los casos son diferentes, pero tienen una cosa en común: los niños han fallecido en partos no atendidos adecuadamente. Forenses renombrados que revisaron los expedientes han puesto en duda los exámenes forenses, en base de los cuales las mujeres han sido acusados y condenados de homicidio. No voy a entrar en los detalles jurídicos ni médicos-forenses, porque no me corresponde. Solo cito a uno de los forenses consultados: “El patólogo que realizó la autopsia del bebé de María Teresa Rivera ofrece la opinión de que la causa de la muerte fue ‘asfixia perinatal’. Tal diagnóstico puede ser exacto; sin embargo, hay que tener en cuenta que: este tipo de asfixia puede ocurrir de forma natural, espontánea durante el proceso de parto, por causas que no tienen nada que ver con la voluntad de la madre. Las muertes por asfixia neonatal pueden ocurrir incluso en partos atendidos en un hospital.”

Resumo los informes de los expertos independientes de esta forma: No hay evidencias claras de homicidio. Detrás de cada caso particular hay un drama humano compuesto por ignorancia, pobreza y desesperación.
No soy quien puede determinar hasta qué punto estas mujeres son culpables o víctimas de sus circunstancias, de su propia ignorancia o simplemente de mala suerte. De algo pueden ser culpables algunas de ellas, tal vez de negligencia e ignorancia, pero todo lo que he leído sobre los casos me indica que no hay pruebas que sean culpables de homicidio.
Varias organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos han llegado a la misma conclusión, y han iniciado una campaña para convencer a la Asamblea Legislativa a conceder a las mujeres un indulto. El hecho que estas organizaciones usan estos casos para promover la legalización del aborto lamentablemente ha distorsionado el debate sobre la revisión de los casos – y ha provocado que todos los adversarios de una liberalización de la legislación del aborto cerraron filas contra la solicitud de indulto para las 17 mujeres.
Así una discusión sobre la validez jurídica y ética de condenas por homicidio en casos de partos no adecuadamente asistidos nuevamente se deslizó al conflictivo terreno del aborto. Y esto, de hecho, ha logrado bloquear los indultos, porque la mayoría de los diputados no quiere tocar el tema del aborto. Así que solo a una de las 17 mujeres se ha concedido el indulto, mientras las otras 16 siguen cumpliendo sus condenas de prisión.
Todo esto no importa a doña Evangelina. Tampoco le importa que estas mujeres, que guardan prisión, también son madres. Toma el día de la madre como pretexto para condenar nuevamente, sin misericordia ninguna, a las 17 mujeres, sin mencionar que por lo menos 11 de ellas (en los otros casos no he encontrado datos sobre su situación familiar) tienen hijos, que a raíz de los juicios contra sus madres están condenados a vivir sin madres. La autora de esta escalofriante mezcla de kitsch e intransigencia es demasiado cegada por su fanatismo anti aborto para ver que detrás de cada uno de los 17 casos hay un drama familiar que nos demanda reflexión y compasión. 
Por mi parte, aprovecho el día de la madre para desear a estas mujeres que puedan regresar al seno de sus familias y educar a los 15 hijos que tuvieron antes de estos partos trágicos.
(El Diario de Hoy) 

A continuación reproducimos el artículo de Evangelina del Pilar Sol mencionado arriba, y a la respuesta que publicó a Paolo Luers:

17 bebés ultimados aquí, hablan desde el cielo a sus mamás

de Evangelina del Pilar Sol, 10 mayo 2015, El Diario de Hoy

"Hola queridas mamis, somos los 17 bebés que nos fuimos al cielo cuando se nos impidió el derecho a vivir en nuestro país El Salvador.
"Desde que los 17 nos conocimos aquí arriba, hemos charlado mucho tratando de entender por qué debíamos morir si éramos inocentes bebés llenos de ternura para ustedes mamás, deseando colmarlas de todo el amor del mundo, llevándoles esa gran felicidad que acarrean todos los bebés a sus mamis.
"¿Qué hicimos de malo? ¿Cómo podríamos dañarlas si toda nuestra ilusión era rodearles el cuello con nuestras manitas y abrazarlas y besarlas y decirles cuánto las amaríamos después de nacer?
"Pero nuestra amorosa devoción por ustedes adoradas mamitas, siempre vivirá muy adentro de nuestros pequeños corazones y deben saber que en este día de la madre, cada corazón nuestro palpita más por ustedes, igual que cuando en aquel trágico día, nacimos y ustedes nos tomaron en sus manos.
"Jesús, al llegar aquí al cielo nos bautizó a todos, nombrando a uno Pedrito, pues le recuerda a su amigo San Pedro, en su autenticidad. Pedrito, en este día, quiere enviarle un mensaje especial a su mamá, diciéndole que su rostro lo encontró en una bella rosa color carmín, del jardín del Edén aquí. Cada mañana la riega y la cubre de besos y la cuida como habría hecho con su mamá, trabajando fuerte para que jamás pasara hambre o ninguna necesidad. Pedrito recuerda en su rosa a aquella imagen de su mamá que vio cuando nació. Pero nunca olvidará que de repente, asustado notó que algo no estaba bien. Ella cambió su semblante y vio también cuando enojada tomó una enorme piedra dirigiéndola hacia su cabecita y no recuerda más…. hasta encontrarse en este lugar de felicidad, donde Jesús lo tomó en sus brazos, lo arrulló, lo besó y le secó sus lagrimitas. Todos nosotros bebés, rememoramos algo similar. Unos recordamos cuchillos, otros bolsas negras, asfixias, trapos, papel higiénico en la boquita, después de habernos formado e ido creciendo tan seguros en sus pancitas al oír sus dulces voces.
"Pero aquí en el cielo todo es alegría con Jesús y nuestra ahora mamá, María, a quien celebramos también, con el cielo entero, este día. Ella nos cuenta lo que dice que habríamos sido al crecer: Doctores, abogados, maestros, artistas, hasta uno, sería presidente, porque éramos niños buenos.
"¿Saben mamitas? aquí está lleno de ángeles que juegan con nosotros. Y muchas caras de esos ángeles las comparamos con las de ustedes. Cada uno ha escogido su ángel o su flor para sentirlas más cerca.
"Pero con tristeza también, desde aquí arriba, podemos ver que, muy, muy, abajo, existe un lugar bien feo lleno de fuego donde observamos que miles de almas caen allí todos los días y gritan horrible al hacerlo.
"Esas gentes malas que terminan allí, las engañan ahora a ustedes y las empujan a mentir diciendo que morimos por aborto espontáneo. Pero mamitas, no dejen que las usen así, porque harán que más mamás maten a sus bebés.
"Sabemos que ustedes hicieron algo muy malo al matarnos, pero nosotros queremos tenerlas con nosotros aquí algún día para abrazarlas y amarlas. Y si arrepentidas se portan bien en la cárcel y rezan mucho a Jesús y su Divina Misericordia, por buena conducta podrían recuperar su libertad y llegar un día al cielo. Eso dijo Dios.
¡Felicidades mamitas. Las queremos!".

Respuesta a don Paolo Lüers

de Evangelina del Pilar Sol, 17 de mayo 2015/El Diario de Hoy

Respondiendo muy respetuosamente a don Paolo Lüers su mención hacia mi persona en artículo titulado "Intransigencia versus compasión", describiéndome como "fanática", "intransigente", "absurda" "hostil" (al llamarme "llena de odio"), "hipócrita" (al decir que mi artículo está "disfrazado de sentimiento cristiano") y finalmente "de mente cerrada" no apta para debatir con argumentos, ¿con alguien tan inteligente como él? ¿O por mi posición de principios cristianos y morales y pruebas contra las madres indiciadas?
Más adelante invita al debate (aunque no conmigo, como expuso).
Pero aceptando la invitación al debate plural, le rebatiré algunas de las palabras citadas por él. "Debate". En un debate se recomienda -Ser tolerante respecto a las diferencias; -No subestimar al otro; -Acompañar críticas con pruebas. Entonces no se debe personalizar, ni menos agraviar con alfilerazos, descalificando al opuesto por estar contra la propia opinión.
Un debate entre gente culta siempre llama a argumentar, no a afrentar con descalificaciones, como hace el populacho cuando no posee juicios comprobables. Pero tal vez su idioma alemán le impida conocer bien lo que significan algunos de estos términos y no hubiese intención de denigrar.
No obstante, algunos vocablos sí parece conocerlos muy bien. Ante esta reflexión me referiré a la palabra "absurdo" que es la primer chuscada disparada, porque está muy claro que al llamar "absurdo" a mi artículo y su título, parece conocer bien su significado: "ilógico, irracional, incoherente", etc., que usó posiblemente para ¿abochornar?
Por tanto quiero rebatirle fuertemente esto, demostrándole "con argumento" el escaso conocimiento de NUESTRA LENGUA ESPAÑOLA que posee este don Paolo, en cuanto a que cualquiera que se atreve a escribir en nuestro idioma y es medianamente ilustrado, debe conocer que el español contiene formas permisibles para ser utilizadas en un escrito. Mi nota usa una figura llamada " metáfora", o sea escribir en "sentido figurado". Esto es un concepto que crea un sentido nuevo. En mi caso, la metáfora utilizada se denomina una "hipérbole" (exageración), o sea crear una relación entre dos objetos para dotar a uno de un sentido exagerado, como sería llamar "burro" a alguien duro de entendederas, o así como el título usado por mí al escribir que "bebés hablan desde el cielo".
Respecto a los epítetos de "fanática", "intransigente", "llena de odio", "hipócrita", etc., que me endosa, me voy a referir brevemente solamente a unos, pues proviniendo de alguien que como excelente guerrillero, la vida del contrario no significaba gran cosa, no puede esperarse cambios espectaculares hacia tener compasión por ésta, explicarle sería gastar la pólvora en zanates pues se entrevén algunos persistentes residuos.
Fanática significa "defender algo con apasionamiento" y sí, acepto, pero fanatismo solo en la instancia que nos ocupa: defender la vida de TODO ser humano ESPECIALMENTE las vulnerables, como la de un bebé, o como las de jovencitos y miles de inocentes asesinados por las maras, siendo antagónica --como lo es la enormísima mayoría de salvadoreños--, a pactar con asesinos y prodigarles dádivas, cuando también están en pie de guerra contra mi patria.
Respecto a que odio a las madres que han sido condenadas por ultimar a sus bebés recién nacidos, ¡por favor! El "debatiente" don Paolo, debió haberse notificado que la CSJ recientemente confirmó la condena a quince de ellas. Esta prueba, o sea mi "argumento" en este debate, se encuentra en  WWW:csj.gob.sv/CORTEPLENA/2015/ENE/ACTA200115.pdf.
¡El señor Lüers no puede saber más que la Corte Plena! ¿O sí, para él?