miércoles, 13 de mayo de 2009

Carta a Álvaro Colom, presidente de Guatemala


Estimado Álvaro:


No te queda otra cosa que renunciar. O te vas, o te echan. O, tratándose de Guatemala, te matan.

Yo no sé si sos culpable o no de todo lo que te acusa en su video el abogado Rosenberg antes que lo ejecutaran. No sé si vos lo mandaste a silenciar. Pero escuchando a este hombre, quien sabe que lo van a matar, y quien decide hablar para salvar a su país de “la banda de ladrones, asesinos y narcos que lo gobierna”, te puedo decir: No puedes seguir gobernando.

Te puedes aferrar al poder. Tal vez lo logrés. Pero incluso si sobrevives esta crisis, ya no podrás gobernar, porque ya nadie te cree, nadie te confia. Se acabó.

Aunque mañana capturen a los asesinos de Rosenberg, y aunque ellos juren que vos no tenías nada que ver, nadie lo va a creer. Cuando en un país ya nadie cree en las autoridades, las autoridades tienen que apartarse para que otros reconstruyan la confianza. Sólo la verdad puede salvar a Guatemala, y vos sos un obstáculo para la investigación, para la verdad, para la curación.

Así que, presidente Álvaro Colom, ni modo, adios.

Me despido, Paolo Lüers

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