domingo, 14 de junio de 2009
Carta al ministro de Gobernación, Humberto Centeno
Estimado Humberto:
Disculpe que te molesto tanto. No es personal, es político...
Lo último que necesitábamos era un ministro de Gobernación metiéndose en nuestras vidas, sermoneándonos sobre lo que es moral o inmoral, decente o indecente. Un ministro que quiere decidir hasta dónde hay que tapar las tetas y las piernas de las muchachas en los periódicos y en la tele...
Siempre desde la izquierda hemos criticado a los ministros de derecha cuando actuaban como policía de buenos modales, queriendo decirnos qué podemos ver en la tele y qué no. Y hoy, cuando hay un gobierno de izquierda, comienza a presionar a los medios a que practiquen ‘autocensura’ y tapen las carnes... No, monseñor Humberto, así no se vale...
De un hombre de izquierda en Gobernación se espera que al fin decida cerrar la Santa Inquisición, perdón: la Dirección de Espectáculos. Adiós, se acabó la era medieval...
Lejos de eso, vos querés revivir esa instancia obsoleta y darle más poder. Querés meter al Estado en asuntos de nuestra moral y de la libertad de expresión de los medios. ¿Y mañana en nuestros dormitorios...?
La moral y los buenos modales son asuntos demasiado serios para permitir que se meta Gobernación. Sobre qué puede aparecer en nuestros periódicos o pantallas de televisión, vamos a decidir entre los medios y el público, pero no en Gobernación.
Saludos, Paolo Lüers
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