sábado, 6 de junio de 2009
Carta para los jóvenes de 'Un Techo para mi país'
¡Queridos jóvenes de ‘Un Techo para mi País'!
Todos hemos visto nacer a la orilla del Boulevard del Ejército el champerío inmenso llamado ‘Comunidad Las Victorias’. Primero eran unas docenas, después unos cientos, ahora son más de mil champas, de las más provisionales e infrahumanas.
Esta vez la miseria no se escondió en una quebrada para no ofendernos. Esta vez, la pobreza extrema se instaló donde todos la ven, pero sin verla.
Porque todos nos estamos haciendo los majes.
Menos ustedes. Dijeron: “Estas familias necesitan un techo.” Son los bichos de la iniciativa “Un Techo para mi País”. La gran sorpresa: No son los jóvenes del Frente, no son brigadas rojas-rojitas. No son de la Iglesia tampoco. No son de los que cantan y lloran “Las casas de cartón”, sino de los que cantan rock y ponen techos.
Son estudiantes de las universidades más caras. Bichos que les encanta la discoteca, la jodedera, la ropa chiva. Jóvenes que les gusta la buena vida, pero sobre todo aman la vida.
Ustedes, que todo el mundo piensa que son hijos de papi y que nada les importa, dijeron: “¡Vamos a darles techos!”
Para hacer techos, necesitan pisto. Y cuando fueron a las empresas y las autoridades para pedir apoya para los techos, les dijeron: “No podemos apoyar una toma de tierra. Esa gente vive en la ilegalidad.”
Y ustedes contestan: “No, donde vive esa gente es en la intemperie - y le vamos a dar un techo.”
Y los están construyendo. Si es necesario, con las uñas. Legal, ilegal, da igual.
¡Qué maravilla! Así como la gente del Boulevard del Ejército necesita mil techos, ¡el país necesita miles de jóvenes como ustedes!
Saludos, Paolo Lüers
(Publicado en Mas!)