Esta es el número 100 de las cartas, con las cuales estoy poniendo a prueba la paciencia y tolerancia de miles.
Yo tengo claro que ustedes compran el Más!, no sólo porque cuesta una cora, sino porque no habla tanta paja. Dice las cosas de otra manera, al grano, sin pena.
Muchos aman el Más! por esto. Y otros lo detestan – dicen que es el periódico para los tontos para que sigan tontos. Me dicen: “¿Por dios, Paolo, cómo puedes escribir para este periódico?” – y yo les digo: “¡Porque me encanta! Tontos ustedes que necesitan tanta paja para decir una cosa simple. Aquí puedo decir las cosas por su nombre, como en la calle...”
El Más! es calle, ¡¿y qué?! En la calle se habla claro o mejor se calla.
Escribo en el Más!, porque ahí me entienden. Tal vez no están de acuerdo con mis ocurrencias –¡no importa!-, pero me entienden.
Eso espero.
¿Y saben por qué otra razón me encanta escribir en este periódico? Por las caras de espanto que ponen los que se mueven en círculos más finos, cuando detectan que escribo en el Más! El otro día un amigo me habló para decirme: “Paolo, ¡tenés que hacer algo! En el Más! sacan unas cartas usando tu nombre....”
Para mi, escribir en Más! es más rico que echarme pedos en misa.
Así que me van a tener que aguantar por lo menos unas 100 cartas más.
Paolo Luers