¡Que sorpresa! De repente ‘el cambio’ no proviene, por nada, del gobierno de Funes-FMLN, sino de un grupo de magistrados recién incorporados a la Corte Suprema.
Ustedes han puesto en la agenda del país la reforma electoral que los partidos tenían bloqueada. Y de paso también la Ley de Partidos Políticos...
Mientras Casa Presidencial está bloqueando la Ley de Transparencia, ustedes de un sólo tranquazo obligan al gobierno a hacer transparentes sus gastos: le cerraron al presidente Funes el chorro millonario de los fondos, que los llaman ‘discrecionales’ porque son tan discretos que nadie sabía en qué se gastaron... De paso devolvieron a la Asamblea una de sus funciones elementales que se le había robado el residente Saca: aprobar los gastos del Estado.
Eso se llama cambio.
Los que tanto hablan del cambio, resultan que son los que lo bloquean. Y ustedes, desde la Corte, dan al país los cambios que estaban trabados, pero sin hablar mucho.
Esto, estimados magistrados, es otra cosa que les quiere agradecer: ustedes actúan, sacan sus fallos, pero sin tanta paja. Siempre he pensado que los magistrados no deberían aparecer opinando y sermoneando en los medios. Los magistrados hablan mediante sus fallos, no en talk-shows.
Así que, honorables magistrados, van bien, no se dejen intimidar por nadie. Espero que nos sigan sorprendiendo, para que algún día nos parezca normal que los magistrados de la Corte Suprema sean independientes y valientes. Todo el mundo espera que van a restringir la libertad de expresión, pero yo -que sería el más afectado- duermo tranquilo.
Saludos de Paolo Lüers
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