martes, 10 de febrero de 2009

Carta a Tilo, guerrillero que perdió a tres hermanos, dos en combate, uno ejecutado por sus compañeros


Querido Tilo:

Ya nadie habla de vos. Sólo de lecciones. Pero yo no te puedo olvidar. Cuando te vi en la tele hace dos meses, me hiciste llorar. El día siguiente me conseguí el libro que hicieron sobre la muerte de tu hermano Lucas y de mil compañeros más. Asesinados por sus propios jefes guerrilleros, acusados de “traidores”. Sin que su partido --que siempre les dijeron que era infalible-- les diera el derecho de defenderse. Sin que nadie nunca diera ninguna explicación a los familiares...

Siempre he sentido orgullo de haber sido guerrillero. Ni siquiera estos crímenes dentro de la guerrilla, que ustedes ahora destaparon, no me quitan este orgullo.

Por lo contrario. Mi orgullo se nutre de gente como vos que en la guerra y después han mostrado valor, principios, moral y humanidad.

Salvador Sánchez Cerén (quien ahora quiere ser vicepresidente) y sus amigos te dicen traidor, así como le decían a tu hermano Lucas y antes de ordenar matarlo. Así como dicen a cualquiera que es de izquierda y no está con ellos.

Lo que vos contaste, Tilo, me hizo llorar, pero también me hizo sentir orgulloso de haber sido tu compañero. Aunque nunca nos encontramos.

Te mando un gran abrazo, Paolo