Estimado señor presidente:
“A estas alturas, ni yo mismo sé cómo se
va votar. Es tan complejo el sistema...” Palabras suyas. Palabras del
presidente de la República, a quien por constitución le correspondió analizar y
firmar todos los decretos de ley, incluidos las reformas al sistema electoral
realizados el año pasado.
Si hay alguien que no puede fingir
ignorancia, es usted. Si dice que no sabe cómo votar, admite que no ha hecho su
trabajo en la formación de las leyes.
Además no es cierto: La manera cómo vamos
a votar por diputados no es tan compleja. Permítame que se lo explique,
presidente:
O vota por personas, marcando la foto de
uno o varios candidatos dentro de la lista del partido de su preferencia. O
vota simplemente por la bandera de su partido de preferencia, como siempre lo
hemos hecho. O vota por uno de los candidatos no partidarios, los
independientes. Tres opciones. ¿Demasiado complicado, presidente? Entonces, lea
nuevamente el último párrafo. Mejor aun, cópielo diez veces.
La reforma electoral sólo introdujo dos
opciones nuevas: puede votar por alguien independiente de los partidos; y puede
votar por personas específicas dentro de la lista de un partido.
Quien no quiere hacer uso de estos
derechos nuevos, puede seguir votando por la bandera de su partido. En este
caso deja a otros la decisión de quién de los candidatos de su partido al final
ocupe la diputación. Lo definirán los que sí votaron por personas.
O sea, a quien sólo le importa el
partido, va a votar por bandera. Quien quiere escoger diputados, vota por
persona. Así de simple. ¿No lo perdimos, presidente?
Lo único que hay que explicar es cómo NO
votar: Usted NO puede votar por diferentes partidos a la vez, ni marcando
banderas ni marcando caras. Por más que su corazón esté partido entre FMLN y
Gana, no puede votar por ambos.
Su confesión de ignorancia era
sorprendente. Pero aun más me sorprendió que en el programa de personalidades
que Ernesto López tiene todos los viernes en el Canal 21, varios analistas
expresaron su admiración por “el valor” del presidente de haber confesado su
ignorancia. Uno de ellos dijo que esto fue lo mejor que usted había hecho desde
que llegó a Casa Presidencial.
No, don Kiro y don Julio: Tampoco hay que
burlarse de los ignorantes, y mucho menos de la institución de la presidencia.
Ustedes, lectores, no se dejen confundir:
El voto no es tan complejo como les quieren meter en la cabeza.
Paolo Lüers
(Más!, EDH)