martes, 31 de enero de 2012

Carta a Arena (o "¡No mame, guey!")

Carta a ARENA

Estimados amigos:

¡No empiecen a llorar, por favor!

Me refiero a un desplegado de página entera firmado por ustedes, que sale en los periódicos bajo el título “ARENA denuncia medidas represivas del gobierno del FMLN”.

Denuncian “hechos de matonería política” por parte del gobierno contra el coronel Ochoa, contra columnistas críticos y contra prominentes dirigentes de su partido.

Es bien sencillo: El que llora pierde. El que comienza a denunciar y se pone en situación de víctima, victima será.

Yo no pongo en duda todos los atropellos que ustedes mencionan en el comunicado. Es más: Yo mismo los he criticado en público. Pero fíjense que todas las mencionadas “victimas” de las “medidas represivas del gobierno” tienen capacidad de sobra de defenderse – ¡y lo están haciendo!

Ni Sigifredo Ochoa, a quien el presidente Funes sacó de la carrera electoral arbitrariamente llamándolo a servicio miliar activo; ni Armando Calderón Sol, a quien la policía política establecida por el FMLN dentro de la PNC le cayó a la casa para supuestamente buscar armas; ni el columnista Manuel Enrique Hinds, a quien el presidente suele descalificar en sus discursos, son niños de teta que necesitan que el principal partido de oposición emita comunicados llorones para defenderlos. Todos ellos saben pegar duro.

Hay una frase en su comunicado que realmente me indigna, por que no es digna: “Denunciamos ante la nación y ante la comunidad internacional la escalada represiva del gobierno del FMLN y su Presidente, lo cual pone en grave peligro la estabilidad política que desde los Acuerdos de Paz se había mantenido en el país.”

Como dirían los mejicanos: “¡No mames, guey!” La estabilidad política, la democracia y las libertades conquistadas no se ponen en peligro tan fácil por algunos caprichos del presidente y su partido. Aquí hay libertad de expresión para contestar, criticar y, si es necesario, contraatacar a quienes cometen abusos de autoridad. Aquí para defender la democracia todo el mundo tiene que hacer su trabajo: la oposición tiene que hacer oposición, en vez de estar llorando. Y los formadores de opinión tenemos que hablar claro, en vez de llorar y denunciar.

Así que cada uno que cumpla su rol. Pero este rol nunca será de víctima.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!, EDH)