Carta a una candidata a diputada
Estimada Ana Vilma de Escobar:
¿Te recuerdas de lo que te dije?: No es suficiente tener estrategia, tiene que ser creativa y sorpresiva...
¡Hoy sí me
sorprendiste! Cuando vi tus vallas que sólo decían: “Defiende tu voto en
la Asamblea”, sin nombre, sin bandera, sin foto, yo pensaba: ‘Esto es
la campaña “tapada” de Ana Vilma. El día 10 de enero, cuando por ley
puede hacer campaña abierta, la va a destapar. Muy inteligente: Todos
los demás que hacen campaña adelantada reciben crítica pública. Pero
ella también está en la jugada, sólo que nadie la puede criticar, y
cuando destapa su campaña con su rostro y su bandera partidaria, ya va
bien adelante... Buena estrategia de expectativa y de sorpresa.’
Pero nunca me imaginé
que la estrategia tuya era aún más audaz, más creativa, más
sorprendente. Nunca me imaginaba que las vallas que pusiste sin nombre y
bandera eran una emboscada para tu principal adversario: el FMLN.
Cuando uno tiene un
vecino ladrón, el método para agarrarlo es dejar cosas mal puestas en el
jardín. En algún momento las va a agarrar, sobre todo cuando es ladrón
por falta de iniciativa propia, alguien envidioso y resentido...
Bueno, funcionó
perfecto: el ladrón se tragó el bocado y la trampa se cerró. Tus vallas
sin firma eran como ponerle al ladrón en frente de su casa un carro con
las puertas abiertas y las llaves puestas. El FMLN no pudo resistir: te
robó las vallas mal puestas, las firmó con su bandera y las puso en toda
la ciudad... ¡Bingo!: ladrón atrapado.
Y yo pensando que
tenía que explicarte estrategia... Ahora me muero de curiosidad (y
porqué no: de morbosidad) para ver cómo va a seguir tu campaña y cómo
vas a proyectar al público el trofeo del ladrón atrapado.
Gracias por agregarle pimienta a la campaña.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!, El Diario de Ho